En pleno turno de explicación de voto en segunda votación
de la sesión parlamentaria de investidura y tras soportar toda una retahíla de
improperios por parte de los grupos políticos anti constitucionalistas durante
todo el debate y también ahora por parte de Pablo Iglesias, más preocupado de
arremeter contra quienes facilitaban la investidura que de quien iba a ser
investido, Albert Rivera, portavoz parlamentario de Ciudadanos, que le seguía
en el turno de palabra, con gran acierto y razón se dirigió al líder podemita
de semejante guisa: “Le voy a dar una mala noticia, hay que trabajar”,
continuando luego con la explicación razonada de su “sí” a la investidura de
Rajoy previamente pactada, al igual que en su momento hiciera con la fallida
investidura de Sánchez (rechazada por cierto por Podemos), ya que se trataba de
un sí rotundo al desbloqueo y a la gobernabilidad de España después de casi un
año sin que el Parlamento pudiera trabajar en favor de todos los españoles allí
representados, a quienes los españoles pagamos sus sueldos precisamente para
que trabajen y resuelvan los problemas en vez de holgazanear y convertirse
realmente en el problema. Acierto de Rivera cuando lo peor estaba por llegar
con las intervenciones de Gabriel Rufián por ERC y buena parte de los
componentes del Grupo Mixto que esperaban su turno de palabra, todos integrados
en dicho grupo por el arrollador apoyo electoral que entre todos acumulan y
todos representantes de opciones políticas territorializadas, sin implantación
en todo el territorio español y sin enterarse de que, a pesar de ello, como
diputados tienen idéntico rango de representatividad política del pueblo
español que los demás diputados y, por tanto, que su trabajo ha de buscar el
bien general de todos los españoles y no de una parte de ellos, ya sean vascos,
gallegos, catalanes o de cualquier otro territorio, como suelen hacer. No se
enteraron aún que en las Cortes reside la soberanía nacional.
En efecto, la intervención antidemocrática y rastrera de Gabriel Rufián
como portavoz de ERC pasará a los anales del esperpento antiparlamentario sin
lugar a dudas; intervención navajera sonrojante donde las haya para explicar su
“no” a la investidura, que no explicó, y, por el contrario dedicó sus minutos
de “gloria” a insultar gravemente a los socialistas por abstenerse y
posibilitar la investidura de la derecha democrática española, olvidando que su
partido, ERC, no sólo posibilita sino que incluso gobierna con la derecha más
corrupta y antidemocrática como es el independentistas partido de Pujol, Artur
Mas, Puigdemont y compañía. La denigrante intervención de Rufián (sin aportar
una sola medida en todo el debate para resolver los problemas de los españoles,
tal como hizo Unidos Podemos, que aplaudió tan deplorable intervención) fue de
tal calibre vergonzante que provocó una protesta generalizada con un aplauso
casi unánime y en pie en las bancadas del PP, PSOE, C´s y algunos otros
diputados de otros grupos, insólita en la Cámara.
Y
siendo ya casi insuperable la indecente intervención de Rufián, prosiguieron en
parecido tono los portavoces del Grupo Mixto, coincidiendo todos ellos en
arremeter contra el PSOE y en no aportar ni una sola medida: Homs, de PDC,
amenazando con su totalitario proyecto independentista, mientras gobierna con
el partido de Rufián en Cataluña; Baldoví, de Compromís, atacando la
“abstención vergonzante” del PSOE, mientras gobierna con él en la Comunidad
Valenciana; y Oskar Matute, de Bildu, recordando los GAL y la “cal viva”, que en
su día sacara a relucir Iglesias y olvidándose de los asesinatos de ETA, siendo
aplaudido con intensidad por Unidos Podemos y provocando que el portavoz
popular, Rafael Hernando, que cerraba la sesión, saliera incluso en defensa del
PSOE, respondiéndole: “Señor Matute, los únicos que desgraciadamente en una época
de la historia reciente de este país tuvieron que ponerse de rodillas fueron
aquellos a los que algunos, a los que usted conoce, les ponían de rodillas para
descerrajarles un tiro en la nuca; eso no puede volver a repetirse jamás en
este país”, provocando otro gran aplauso en la Cámara por parte de todos los
diputados decentes que, obviamente, son la inmensa mayoría, en medio de una
bronca entre diputados podemitas y naranjas, quienes les reprochaban su
encendido aplauso a Matute.
Si
de algo sirvió este espectáculo antiparlamentarista, además del desbloqueo y la
luz verde a la gobernabilidad, fue para saber con qué mimbres se puede elaborar
el cesto del futuro y para ello, como dice Rivera, habrá que ponerse a trabajar
lo antes posible, aunque queda claro que ese trabajo parlamentario habrá de
hacerse sin Rufianes, Iglesias, Homs, Baldovíes, Matutes y compañía (Pluralizo
sus nombres, pues no son los únicos, sino portavoces de determinadas formas de
hacer política; no vayan a confundirse y pensar que califico a todos de
rufianes: “hombres viles y despreciables que viven del engaño y de la estafa”,
según el diccionario).
Fdo. Jorge
Cremades Sena
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